Plantas Fresa
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Plantas de Fresa
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Plantas de Fresa
Las fresas y los fresones son hierbas perennes y estoloníferas.
El tallo de la planta de fresa o fresón está constituido por un eje corto de forma cónica llamado "corona", en el que se observan numerosas escamas foliares.
Hojas pecioladas, limbo trifoliado, folíolos dentados con envés pubescente en los nervios.
La floración del fresal es muy larga y se solapa con la producción.
Las flores de fresa son hermafroditas; la polinización es por viento e insectos.
Los frutos deformados de fresa es porque la polinización tiene que ser en todos los pistilos que pueden tener en frutos normales de 150 a 200.
En una misma planta de fresal se están produciendo racimos sucesivamente; en España, a partir de enero.
La planta de fresón es perenne, aunque se haya convertido en anual en el cultivo, es decir, que no se mantienen en explotaciones para el segundo año.
Las fresas duran más, entre 3 y 4 años antes de tener que reemplazarlas por jóvenes plántulas que se desarrollan en el extremo de los estolones largos.
Comprar ejemplares de fresa o fresón con garantía y propagar tan sólo a partir de plantas sanas.
Ciclo de la planta fresal (fresa y fresón)
- Invierno (fresa y fresón):
Período de días cortos y bajas temperaturas en el que se produce una paralización del crecimiento, hasta que la planta acumula el frío necesario y sale de la latencia.
- Primavera (fresa y fresón):
Con la elevación de las temperaturas y el alargamiento progresivo de los días, aparece una reanudación de la actividad vegetativa, floración y fructificación, aumentando con la longitud del día.
- Verano (fresa y fresón):
Período con influencia de días largos y temperaturas elevadas, la planta crece y se multiplica vegetativamente por emisión de estolones.
- Otoño (fresa y fresón):
Con incidencia de días cortos y temperaturas descendentes, se da una paralización progresiva del crecimiento, con acumulación de reservas en las raíces. Comienza la iniciación floral y la latencia de la planta.
CULTIVO DE LA FRESA Y EL FRESÓN
Temperaturas:
La fresa es un cultivo que se adapta muy bien a muchos tipos de climas.
Temperatura mínima biológica, 6ºC.
Temperatura mínima letal -12ºC (fase vegetativa, -6ºC y fase floración, 0-2ºC).
Temperatura óptima, 10-13ºC nocturna y 18-22ºC diurna.
Temperaturas por debajo de 12ºC durante el cuajado dan lugar a frutos deformados por frío, en tanto que un tiempo muy caluroso puede originar una maduración y coloración del fruto muy rápida, lo cual le impide adquirir un tamaño adecuado para su comercialización.
La parte vegetativa de la fresa es altamente resistente a heladas, llegando a soportar temperaturas de hasta -20ºC, aunque los órganos florales quedan destruidos con valores algo inferiores a 0ºC.
Los valores óptimos para una fructificación adecuada se sitúa en torno a los 15-20ºC de media anual.
No obstante, el fresón necesita acumular una serie de horas frío, con temperaturas por debajo de 7ºC, para dar una vegetación y fructificación abundante.
Este requerimiento en horas frío, muy variable según los cultivares, no suele satisfacerse totalmente en las condiciones climáticas onubenses.
Ello obliga a desarrollar las plantas en latitudes altas, de forma que una vez acumulada la cantidad de frío necesaria para cada cultivar, dichas plantas son trasladadas al litoral onubense para fructificar y producir.
Suelo (fresa y fresón)
Un suelo catalogado como arenoso o franco-arenoso y homogéneamente profundo se acercaría al ideal para nuestro cultivo.
Las fresas prefieren crecer en suelos arenosos ricos en humus, pero pueden crecer en cualquier terreno mientras estén bien drenados.
Caliza activa: el fresón es muy sensible a la presencia de caliza activa, sobre todo a niveles superiores al 5%. Valores superiores provocan el bloqueo del Hierro y la clorosis consecuente (amarilleo).
Desinfección del suelo mediante solarización:
Desde el punto de vista biológico, el suelo puede presentar peligrosidad para el cultivo por la presencia de hongos patógenos, nematodos parásitos, ácaros, insectos y malas hierbas.
Es por ello que se hace necesaria la técnica de desinfección del suelo antes de la plantación del fresal, ésta consiste en la aplicación directa al suelo de un agente biocida de naturaleza física o química, con el que se eliminan total o parcialmente los agentes negativos antes mencionados.
Consiste en extender sobre el suelo un material plástico, generalmente polietileno, de forma que la planta va alojada en oquedades realizadas sobre dichas láminas.
Una vez mullido el suelo, se cubre con el plástico y se riega abundantemente el terreno hasta su capacidad de campo. Se mantiene cubierto con el plástico durante 30 días o más en la estación de máximas temperaturas.
La solarización provoca una reducción de la población de hongos del suelo y de la incidencia de las enfermedades que provocan, asimismo, actúa sobre insectos que habitan las capas altas del suelo.
Entre los hongos patógenos controlados por esta técnica se tiene: Verticillium sp, Fusarium sp, Rhizoctonia solani, Pythium ultimun, Pyrenochaeta lycopersici y Phytophthora cinnamomi.
No obstante, las poblaciones de Pythium se ven menos castigadas que con la fumigación con bromuro de metilo.
Nunca plantar en una tierra ocupada anteriormente mucho tiempo, pues puede presentar infecciones.
Microtúneles en el cultivo de fresa y fresón
Se le puede "engañar" a la planta con clima suave y túneles de plástico para que "crea" que está en primavera y dé frutos.
Se puede cultivar con un plástico negro en la base que impida la aparición de malas hierbas y al mismo tiempo, reduce la necesidad de riego.
Los microtúneles es un sistema de forzado que consiste en cubrir un solo caballón de tierra (línea). Constan de una estructura formada por arquillos de 6-8 mm de diámetro, en hierro galvanizado, y de unos 2 m de longitud.
Durante el primer mes o mes y medio se cultiva la fresa o fresón sólo con acolchado y cuando la planta tiene un cierto sistema radicular se ponen los microtúneles; si se hace antes se induce a brotación de yemas que no podrán desarrollarse al no haber sistema radicular.
En caso de tratarse de plásticos negros, el acolchado evita el desarrollo de malas hierbas por la barrera que suponen a la radiación luminosa, pero su influencia sobre la precocidad y rendimiento es escasa.
El sistema contribuye a incrementar la precocidad de la cosecha y la temperatura media de la zona donde se sitúan las raíces de la planta.
Para conseguir la precocidad buscada, se tiene un sistema de protección complementario al acolchado que viene a ejercer las funciones de invernadero.
Para proteger los cultivos, los túneles de polietileno son un buen método y a la vez reducen las necesidades de riego.
Los túneles se quitan cuando las temperaturas se suavizan.
Plantación de fresa y fresón
La mejor época para plantar es a principios de verano, si se planta en primavera, es preferible cortar todas las flores para que fortalezcan las plantas.
El espacio entre plantas de fresa o fresón debe ser de 45 cm y de 69-90 cm entre hileras.
Regar abundantemente en la plantación.
Riego (fresa y fresón)
El uso de goteros, o mejor, cintas perforadas o de exudación. Éstas, a pesar de su menor duración, permiten controlar mejor los riegos, distribuyen el agua más uniformemente a lo largo de la línea, creando un bulbo húmedo más continuo, al tiempo que resultan más económicas que los goteros.
En riego por gravedad, el abonado de cobertera puede realizarse de la siguiente forma: al comienzo de la floración, cada tercer riego se abona con una mezcla de 15 g/m2 de sulfato amónico y 10 g/m2 de sulfato potásico, o bien, con 15 g/m2 de nitrato potásico, añadiendo en cada una de estas aplicaciones 5 cc/m2 de ácido fosfórico.
Gran sensibilidad del fresón a la salinidad. No soporta concentraciones de 1 gramo por litro de agua. El cultivo se resiente, disminuyendo su rendimiento, con concentraciones de sales en el agua superiores a 0,8 mmhos/cm.
Abonado o fertilización (fresa y fresón)
El fresón es una planta exigente en materia orgánica, por lo que es conveniente el aporte de estiércol de alrededor de 3 kg/m2, que además debe estar muy bien descompuesto para evitar favorecer el desarrollo de enfermedades y se enterrará con las labores de preparación del suelo.
En caso de cultivarse en suelos excesivamente calizos, es recomendable un aporte adicional de turba de naturaleza ácida a razón de unos 2 kg/m2, que se mezclará en la capa superficial del suelo con una labor de fresadora.
Se deben evitar los abonos orgánicos muy fuertes como la gallinaza, la palomina, etc.
Como abonado de fondo se pueden aportar alrededor de 100 g/m2 de abono complejo 15-15-15.
Dos veces por semana se aportará fósforo, a razón de 0,25 g/m2 de anhídrido fosfórico (P2O5).
En producción de fresa son muy grandes las necesidades de Potasio; dará más calidad de fruto.
En caso de escasez de magnesio en el suelo, aplicar una vez por semana 0,10 g/m2 de óxido de magnesio (MgO).
El equilibrio químico de los elementos nutritivos se considera más favorable que una riqueza elevada de los mismos.
Aproximadamente 15 días antes de la recolección, debe interrumpirse el abonado.