Tomate Marmande Raf
(0,35 € planta)
Tomate Gordo Marmande Raf.
(0,35 € planta)
Tomate Gordo Marmande Raf.
Tomate gordo Marmande Raf:El raf es un tomate tradicional tipo marmande que se ha cultivado sobre todo en las vegas del levante almeriense, caracterizadas por aguas normalmente salinas y en calle o bajo malla.
Ha sabido sobrevivir al aluvión de nuevas y continuas variedades híbridas gracias a su tolerancia a la salinidad y a que se ha sabido adaptar al cultivo en invernadero, alargando su ciclo y disponibilidad a lo largo del año y mejorando incluso la calidad que ofrecía en cultivo al aire libre (rajado, enfermedades criptogámicas) Poco a poco ha ido posicionándose hasta ser una referencia e inventar el dicho de “tomate sabor”, pues de eso se trata: es un tomate con alta y equilibrada presencia de azúcares y acidez, pleno de sales minerales y sustancias aromáticas que hacen inconfundible su sabor, carnoso, con pocas semillas ni agua, unido a una coloración verde oscura con hombro casi negro que lo caracteriza y distinguen de otras variedades.
Su cultivo se centró en la zona del levante almeriense, por ser esta zona de aguas de peor calidad que sólo aguantan cultivos de tomate, más resistente a la salinidad.
ORIGEN Y DESCRIPCIÓN.
El Raf se seleccionó hace unos 25 años como variedad mejorada de los tomates que se plantaban por entonces en cultivos al aire libre (encañados) o bajo malla, el representante más conocido es el famoso muchamiel, al que fueron sustituyendo rápidamente nuevas variedades más productivas o con más resistencias a enfermedades: cuarenteno, “americano” y RAF entre otros.
El nombre corresponde a las siglas de “Resistente A Fusarium”, por su resistencia a fusarium 0 (Fusarium oxyosporium licopersici), lo que fue una de las características principales para que se extendiese su cultivo, además de ser bastante productivo y adaptarse al cultivo en los primeros invernaderos que empezaban a proliferar, frente a la pérdida de calidad que presentaba el muchamiel en las nuevas condiciones.
La selección que se llevó a cabo y que fijó la variedad fue tradicional, por lo que estamos hablando de que es uno de los pocos tomates no híbridos que se cultivan actualmente en Almería.
MORFOLOGÍA Y CARACTERÍSTICAS.
El fruto es multilocular, carnoso, acostillado y de semillas pequeñas, con un marcado cuello verde que lo distingue, muy carnoso y con alto tanto por ciento de materia seca (no desprende líquido al ser cortado) Madura de dentro hacia fuera y de forma rápida, ya que el gen de semi o larga vida que caracteriza a los tomates comerciales actuales procede de la hibridación. Por otra parte tiene alto grado de azúcares (glucosa, fructosa) de 6 a 11º Brix y de acidez (cítrico y málico), aportando el adecuado equilibrio entre ambos (acidez-dulzor) el mayor atractivo de sabor.
La planta es de porte indeterminado y muy potente, pero el sistema de cultivo actual está totalmente encaminado a restar vigor a la planta, por lo que se le puede englobar dentro de los portes semideterminados y vigor medio, siendo la longitud normal de tallo de unos 1,5 metros, aunque pueda alcanzar según manejo los 3 ó incluso 4 metros.
La raíz es también potente y más adaptada a riegos a manta que los que se usan normalmente de alta frecuencia. Tiene resistencia a fusarium 0, pero no a fusarium I ó II.
SISTEMA DE CULTIVO Y EXIGENCIAS.
Lo que determina mayoritariamente la calidad final, depende decisivamente del manejo y el complejo agua – suelo – clima. Cualquier variedad de tomate tiene unos márgenes de cultivo amplios (en cuanto a temperatura ideal, calidad de agua, permeabilidad de suelo…) el caso del raf no es distinto, pero si se quiere conseguir la alta calidad que el mercado demanda actualmente, estos márgenes se estrechan notablemente, determinando así y reduciendo enormemente las áreas en las que es rentable el cultivo efectivo.
El Clima necesario para dar buenos rendimientos pasa por hacer la plantación de cara al frío (verano tardío) ya que las temperaturas frescas-frías ralentizan el crecimiento del fruto y refuerzan su calidad. Por el mismo motivo, plantaciones de enero o febrero no consiguen una alta calidad por que el fruto se desarrolla muy rápido y no tiene tiempo de coger su color característico y por consiguiente el resto de sus características de apariencia-sabor. El raf no es especialmente resistente al frío, sufriendo pérdidas importantes de cuaje floral, y ahuecamiento de tallos, mucho más patente y dañino cuando la planta ha sido cultivada demasiado vigorosa. Una vez pasada la época más fría, y una vez que se ha recolectado buena parte de los frutos, la planta vuelve a brotar, florecer y cuajar.
La humedad ambiente alta favorece las enfermedades criptogámicas y frena el engorde del fruto; en el caso del raf además da baja coloración e incluso mal rellenado (ahuecamientos)
Los dos parámetros del sistema agua-suelo son realmente limitantes ya que, si no se dispone de las características adecuadas, no es fácil modificarlos sin recurrir a grandes inversiones económicas y ecológicas.
Uno de los mayores tópicos respecto al raf es el de que cuanto peor sea la calidad del agua de riego mejor calidad dará la planta.
Aunque si bien es cierto que, cuando para el resto de tomates una conductividad eléctrica (CE) en agua de entrada mayor de 3,5 dS/m es difícilmente tolerable, para que el raf no dé problemas hay que contar con aguas que superen los 4 puntos de CE y ser moderadamente sódicas.
El solo dato de la CE informa poco de la calidad del agua, pero para aguas equilibradas en sales se puede hablar de que el mejor intervalo de salinidad oscila entre 4 y 7 dS/m; a mayor conductividad, la producción se resiente mucho y puede haber disminución de la calidad al desplazarse Ca, K y Mg.
La característica principal que debe tener el suelo es que tenga un drenaje perfecto, siendo los mejores suelos arenosos y franco-arenosos. Si no se dispone de una buena percolación, las dosis y frecuencias de riego deberán ser muy bajas, la cantidad de abono a aplicar tendrá que ser alta en concentración e ir acompañada de aguas no excesivamente sódicas para no aumentar la concentración de iones perjudiciales en el perfil de cultivo.
Casi como consecuencia de esto, son preferibles suelos con baja capacidad de intercambio (menor de 15) aunque suelos con CIC de 20 meq/100g son capaces de dar calidades excelentes.
La cantidad de materia orgánica total se debe mantener entorno a 1,5% sobre el total.
No es objeto de este artículo profundizar en temas complejos de fertirrigación sí, decir que, en la práctica, las fincas más rentables de este cultivo tienen aplicaciones extremadamente bajas de abono ya que reúnen buenas características y manejan el nivel de CE en suelo mediante restricción en el riego más que con aportes abusivos de fertilizantes.